Parrafo 1
¡Señor, yo te conozco!
La noche azul serena
Me dice desde lejos:
“Tu Dios se esconde allí;”
Pero la noche obscura,
la de nublados llena,
Me dice más pujante:
“Tu Dios se acerca a ti.”
Parrafo 2
Te acercas, sí; conozco
las orlas de tu manto
En esa ardiente nube
con que ceñido estás;
El resplandor conozco
de tu semblante Santo,
Cuando al cruzar el éter,
relampagueando vas.
Parrafo 3
Quién ante ti parece?
¿Quién es en tu presencia
Más que un arista seca
que el aire va a romper?
Tus ojos son el día,
tu soplo la existencia;
Tu alfombra el firmamento,
la eternidad tu ser.
Parrafo 4
¡Señor yo te conozco!
Mi corazón te adora;
Mi Espíritu de hinojos
ante tus pies está;
Pero mi lengua calla,
porque mi lengua ignora,
Los cánticos que llegan
al grande Jehová.