¡Qué hermoso es seguir las pisadas del Maestro!
Siempre en la luz, cerca de Jesús;
¡Que hermoso es seguir las pisadas del Maestro!
En su santa luz.
Ando más cerca de él que me guía
Cuando el maligno me quiere tentar;
Siempre confiando en Cristo, mi fuerte,
Debo con gozo su nombre ensalzar,
Sigo sus pasos de tierno cariño,
Misericordia, amor y lealtad;
Viendo hacia él por el don de la gracia,
Voy al descanso, gloriosa ciudad.
Quiero seguir las pisadas del Maestro;
Siempre hacia arriba con él quiero andar,
Viendo a mi Rey en gloriosa hermosura
Con él en gloria podré descansar.