304 - Alabado El Gran Manantial

Parrafo 1
¡Alabado el gran manatial
Que de sangre Dios nos mostró!
¡Alabado el Rey que murió;
Su pasión nos libra del mal!
Lejos del redil de mi dueño
Vime mísero, pequeño, vil.
El Cordero sangre vertió;
Me limpia sólo este raudal.
Coro
Sé que sólo así
Me emblanqueceré
Láveme en su sangre Jesús
Y nívea blacura me dé.
Parrafo 2
La punzante insignia llevó;
En la cruz dejó de vivir;
Grandes males quiso sufrir;
No en vano empero, sufrió.
Al gran manatial conducido
Que de mi maldad ha sido fin,
“Lávame” le pude decir,
Y nívea blacura me dio.
Parrafo 3
Padre, de ti lejos vagué,
Extravióse mi corazón;
Como grana mis culpas son;
No con agua limpio seré.
A tu fuente magna acudí,
Tu promesa creo buen Jesús,
La eficaz virtud de tu don
La nívea blancura me dé.